
Como todos sabemos la inseguridad esta última semana nos pegó a nosotros, los vecinos de la zona, muy de cerca. Seguramente todos conocerán el caso de la familia Barrenechea, que dejó a una familia sin padre y herido a uno de sus hijos, Tomás, alumno de 3ro Polimodal del colegio Marín. Casos como éste en las últimas semanas hubo varios, por ejemplo el de Cardenal Copello, donde afortunadamente el tema no pasó a mayores. No por nada San Isidro esta en un estado de alerta por la inseguridad.
Luego de estos hechos, donde obviamente salieron como corresponden en las noticias, la gente en general – vecinos y dirigentes – se empezaron a preocupar sobre el tema pensando en tomar nuevas medidas de seguridad. Gendarmería, por ejemplo, volvió a instalarse en el barrio de “la Caba” como lo venían haciendo.
Estuve esta semana viendo diferentes programas que hablaban de la inseguridad, de lo preocupados que estaban, proponiendo medidas, criticando otras, criticando dirigentes, etc.
Lo que me dejó pensando más que nada, fue un programa que ví donde además de haber vecinos de San Isidro, había de diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires como Ramos Mejía, Mataderos, Florida, y la Matanza, entre otros. Hablando del tema todos entendían, como en todos los demás programas, que el sistema tenía que cambiar. Que la seguridad tenía que aumentar, que tendría que haber más policías, medidas más duras contra los delincuentes, etc, etc. Lo que criticaban estas victimas de la inseguridad (y también los mismos de San Isidro) era que recién ahora los diferentes medios como la televisión, el diario o la radio comenzaron a mostrarse preocupados por el asunto. Lo que según ellos les dio más bronca – y con razón – fue que para que se le preste atención a este tema tan importante tuvo que haber muerto una persona en una zona más “vip”, como ellos mismo decían. Se quejaban de que a ellos, probablemente personas más humildes y con menos recursos, los medios de comunicación no les daban bola y sólo se la daban a gente con un mejor pasar económico o como dijimos anteriormente a gente residente de zonas más caras alegando, como dice la Constitución, que los dirigentes tenían que promover el bienestar general y no sólo el de algunos pocos. No podía ser, según ellos, que se haya perdido tanto tiempo en un tema de tal magnitud mientras en la mayoría de las otras zonas se seguía muriendo gente y seguían habiendo robos permanentemente. Lo que quiero destacar entonces es que como los medios de comunicación le dan más importancia a casos de la “elite social” si se quiere y no al común de la gente.